7 septiembre, 2020
04.09.2020
INFOCAMPO
En tiempos de márgenes ajustados, la optimización de recursos y la eficiencia en la producción surgen como una necesidad. Cuestión que también pusieron sobre la mesa las grandes empresas.
Es el caso de Prodeman, firma cordobesa de reconocimiento mundial por su producción de maní. La campaña pasada, ellos encararon el manejo por ambientes en 9.200 hectáreas que se destinan anualmente al cultivo de maíz.
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El comprador resultó Molino Gastaldi, que fue también la firma encargada de receptarlo en su establecimiento de General Deheza, en Córdoba.
"Ya hemos llegado al colmo de cuatro robos en 40 días", le contó a Infocampo la productora Fernanda Bannon, una víctima de la zona. Las fotos, videos y denuncias.
“Cada cuatro años se rotan los lotes con dos gramíneas. Incluimos maíz, maíz pisingallo, soja, trigo y centeno”, confirma José Folguera, encargado técnico de campo.
Folguera fue uno de los responsable de gran cambio en la ambientación del campo. “Había un montón de información dando vueltas de muchas campañas. Fue una gran tarea de gabinete”, recuerda respecto a la recolección de datos.
Esa compilación de información abarcó una amplia región entre el sur de Córdoba, el norte de La Pampa y el este de San Luis.
El asesor técnico se refiere a este gran cambio de paradigma productivo y confiesa que no estaban acostumbrados a trabajar con densidades de maíz tan bajas y fue muy extraña la experiencia de ver lotes con densidades de 30.000 plantas por hectárea, cuando lo usual eran 60.000 semillas.
Al respecto analiza que la problemática de las malezas también los limitó bastante para ajustar mucho más la densidad. “El yuyo colorado está diseminado por todo el sur de Córdoba, pero también había presencia de Eleusine o rama negra, lo que nos obligaba, por su parte, a subir entre un 15% o 20% la cantidad de plantas recomendadas por la dosis variable”, explica el técnico.
Por otro lado, Folguera destaca que el impacto en los costos por la eficientización en la siembra fue superlativo, generando un ahorro de 25 dólares por hectárea (aproximandamente, 230.000 dólares) solo en semillas y con respecto a la dosis fija normal.
Todo este trabajo cambió la dinámica de siembra del maíz, extendiendo la fecha de implantación desde fines de noviembre hasta el 10 de diciembre en toda esa región de trabajo.
La ambientación por lotes y el manejo variable de semillas y fertilizantes derivó en un aumento de productividad y mayores rendimientos. Sobre todo en un año que fue bastante complicado en términos climáticos, con un enero y febrero de escasas lluvias.
“Con la siembra variable hemos sacado hasta 10 y 12 quintales por hectárea de diferencia, con un promedio de 9 quintales con respecto a la franja de densidad fija, especialmente en ambientes de medio potencial”, remarca el técnico de Prodeman.
En Prodeman todo este trabajo no lo hicieron solos. Confiaron productivamente y se apoyaron en los servicios y genética de Nidera.
“Siempre usamos materiales de Nidera, pero antes llegaba la bolsa al lote, la poníamos en la sembradora y salíamos a trabajar. Ahora llega la bolsa y con ella la recomendación para distribuirla de manera eficiente y optimizar los insumos”, reconoce Folguera.
También se apoyaron en las herramientas digitales de la semillera, que ofrecen recomendaciones de densidad y fertilización variable específicas para cada híbrido de su portfolio. En este caso se trata del Sistema de Manejo Variable (SMV). Con esta tecnología, los productores pueden acceder en forma gratuita a una recomendación personalizada de siembra y ambientación de los lotes.
Para hacer el seguimiento, ellos sumaron el Asistente Dinámico Nidera (ADN), que permite identificar el material más adecuado para cada ambiente.
“Creo que ahora es fundamental aprender de todos estos datos obtenidos, interpretarlos, analizarlos en profundidad, y plantear los objetivos para la próxima campaña”, alentó.
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26.06.2020 |Por Infocampo
02.09.2020 |Por Infocampo
03.08.2020 |Por Facundo Mesquida
05.09.2020 |Por Infocampo
03.09.2020
INFOCAMPO
“Cuando un productor busca la excelencia en un herbicida, no solo espera el mejor control de malezas difíciles, sino también la máxima residualidad, generando el menor costo diario de control. Esto se debe a que se diluye la inversión del herbicida por los días de residualidad que otorga. Esto y muchos otros beneficios, los encontrás en el pre emergente FIERCE RM, de Summit Agro”. Así lo explica la Ing. Agr. Giuliana Nardi, coordinadora de Marketing Regional Santa Fe-Litoral de la empresa líder en tecnología japonesa Summit Agro.
Uno de los principios activos es Flumioxazin, el mismo de Sumisoya Top, un potente y rápido herbicida residual que actúa por contacto. El otro principio activo es Pyroxasulfone, el mismo de Yamato, que también le otorga residualidad al herbicida y actúa por difusión en la maleza.
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Será el martes 22 de mayo de 9.00 a 18.30 en el Complejo Goldencenter del Parque Norte, Ciudad de Buenos Aires. Especialistas abordarán múltiples temas que hacen a la cadena del maíz y el sorgo en una jornada con 14 paneles y talleres.
Las condiciones de clima beneficioso en Estados Unidos para la soja provocó la quinta caída consecutiva del poroto en el mercado de Chicago.
Con esta combinación y la sinergia que la misma produce, se logra el control de gramíneas y de malezas de hoja ancha. Asimismo, este producto retrasa la aparición de malezas resistentes y se logra el control de las difíciles como Amaranthus spp. y Conyza Bonariensis, Echinochloa spp.
Otro aspecto interesante, señala la experta de Summit Agro, es que al igual que Sumisoya, es obtenido a través de la tecnología de micronizado, el cual se puede definir como la doble molienda del principio activo, que garantiza una mayor cantidad de partículas por unidad de volumen y más uniformes en tamaño. Ello asegura una mayor cantidad de partículas distribuidas en forma más homogénea en el suelo.
De esta manera se logra un mayor efecto de control, el efecto del Flumioxazin que actúa por contacto en la maleza.
Por otro lado, el Pyroxasulfone si bien tiene el mismo modo de acción de otros inhibidores de ácidos grasos de cadena larga, pertenece a la familia de las isoxasolinas que ofrecen mayor fotoestabilidad respecto de los productos del mercado. Asimismo, el Pyroxasulfone se utiliza en dosis muy bajas comparado con los activos del mismo entorno de uso y controla gramíneas anuales y yuyo colorado.
Fierce RM ofrece la residualidad más prolongada del mercado, que en promedio ronda los 60 días dependiendo de las condiciones en el momento de la aplicación y de la presión de malezas.
En años de clima seco, cuando el herbicida demora más su degradación, no se presentan problemas relacionados con el “carry over” que puede ocurrir con otros herbicidas. La alta selectividad de Fierce no genera inconvenientes en cultivos del invierno siguiente.
Asimismo, si se decidiera a último momento cambiar de maíz a soja por falta de agua a la siembra, el cambio puede practicarse sin problemas en el caso de Fierce.
Debido a sus características físico- químicas Fierce presenta un bajo potencial de lixiviación y alta adsorción a los coloides del suelo permaneciendo en los primeros centímetros del perfil. Ello trae aparejada la ausencia de lixiviación con lo cual se evita la contaminación de napas, a diferencia de otros herbicidas que presentan tal inconveniente. Ello también implica que la zona de acción de Fierce es donde se encuentra el banco de semillas de malezas, es decir en los primeros 1 a 3 cm de suelo.
“Estas características hacen que el herbicida Fierce sea una excelente herramienta para el control de las malezas en el cultivo de soja y maíz. A su vez, debemos tener en cuenta que es un complemento a las demás prácticas de manejo, y que el uso adecuado y planificado de la misma va a garantizar el éxito del control de las malezas”, explica para finalizar la experta de Summit Agro.
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20.08.2020 |Por Facundo Mesquida
21.08.2020 |Por Infocampo
13.08.2020 |Por Infocampo
05.09.2020 |Por Infocampo
03.09.2020
MARCOS
CAPPARELLI
En la provincia de Córdoba más de 500.000 hectáreas para la producción de trigo y garbanzos están en riesgo a causa de la extensa sequía que azota al centro del país.
Un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) detalló que más del 85% de sus estaciones meteorológicas registraron al menos 110 días sin lluvias o lluvias inferiores a los 10 mm, lo que generó un fuerte deterioro de los cultivos.
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Se trata de lotes del producto de marca CORAGEN, de FMC Química SA. El hallazgo se dio en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Salta.
Se trata de una tecnología creada por investigadores y científicos del CONICET. Se trata de las semillas HB4 de soja y trigo resistentes a sequía
El mismo estudio destacó que para agosto las lluvias acumuladas quedaron por debajo de lo normal en gran parte de los departamentos, y recalcó una baja intensidad hacia la zona central y el sudeste de la provincia.
En este sentido, aclara que son necesarias nuevas lluvias para evitar pérdidas de mayor gravedad para los cultivos en cuestión.
En el marco de la sequía, la BCCBA resaltó que un 43% del total de las hectáreas de trigo sembradas (1.264.300) muestra condiciones regulares a malas debido principalmente a la falta de agua.
A este contexto se le suma el agravante del daño causado por las heladas que tuvieron lugar a lo largo de los últimos meses.
Actualmente, la BCCBA afirma que un 68% del área transita el macollaje y un 32% más avanzado comenzó la encañazón.
Con respecto al garbanzo, el informe planteó una situación menos delicada en comparación con el trigo.
La leguminosa muestra un 30% de la superficie sembrada total (17.800 hectáreas) en condiciones regulares a malas, con el resto de la superficie aun en buenas condiciones.
Sin embargo, la BCCBA advirtió que el cultivo no queda exento a deteriorarse en el caso de que las condiciones climáticas continuasen bajo estas características.
El organismo agregó también que el 82% de la superficie sembrada se encuentra en estadios vegetativos en pleno desarrollo de hojas, mientras que el porcentaje restante ya está en inicio de floración.
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15.07.2020 |Por Facundo Mesquida
20.07.2020 |Por Facundo Mesquida
08.06.2020 |Por Infocampo
05.09.2020 |Por Infocampo
02.09.2020
INFOCAMPO
Los años que se perfilan con precipitaciones por debajo del promedio, como la campaña actual, aprovechar cada milímetro de agua disponible es clave para potenciar los rendimientos de los cultivos.
En el caso de la soja, hay múltiples tecnologías de insumos y procesos que pueden ser aliadas para dar un salto productivo, hasta en plena restricción de precipitaciones.
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Es sabido que la oleaginosa tiene mecanismos simbióticos que, con bacterias fijadoras de nitrógeno, puede autoabastecerse de este elemento desde la atmósfera.
De esta manera, el cultivo se asegura los 80 kilos de este nutriente, por cada tonelada de grano. En este sentido, gracias a la inoculación con bacterias en la semilla están provistos los microorganismos fijadores.
Sin embargo, el nitrógeno no es todo. Se necesita más manejo para conseguir más rinde. Fernando Salvagiotti, investigador del INTA Oliveros (Santa Fe) recomienda realizar una fertilización con fósforo, azufre y micronutrientes para lograr una nutrición balanceada, con respecto al nitrógeno asimilado por el cultivo.
“Son prácticas complementarias que le permiten a la planta generar los nódulos primarios que luego promueven el desarrollo de biomasa e incrementan rendimientos en la etapa final del cultivo”, dice el experto, a lo que agrega que para que ocurra la sinergia entre la adición de fertilizantes con el inoculante, es conveniente aplicar fertilizaciones fosforadas y basadas en diversos micronutrientes, evitando las fertilizaciones nitrogenadas.
TECNOLOGÍA DE PUNTA
Fernando Sánchez, responsable de la línea de fertilizantes de Rizobacter, remarcó la aparición de tecnologías de nutrición de cultivos innovadoras y agregar nuevos micronutrientes que mejoran la fijación biológica de nitrógeno y la fijación de granos.
Sánchez destaca la performance de “Microstar CMB”, un fertilizante microgranulado de rápida disolución que, además de macronutrientes, aporta cobalto, molibdeno y boro, además de que puede ser agregado a la siembra junto a la semilla sin generar fitotoxicidad a las dosis recomendadas.
En ensayos a campo, citó el técnico de Rizobacter, la tecnología de CMB marcó diferencias de hasta 1.000 kilos por hectárea de rinde y la mayoría de los resultados se ubican dentro del rango de los 300 y 600 kilos por hectárea.
Es importante resaltar que los resultados positivos no sólo aparecieron en lotes pobres o de mucha historia agrícola, sino también en lotes de soja de segunda donde la tasa de éxito fue del 100% y en lotes de primera muy bien nutridos.
Otra tecnología que recomendó Salvagiotti, a su turno, son los PGPR (efecto de bacterias promotoras de crecimiento vegetal) promovido por los productos biológicos. En el lote, la acción de los PGPR se observa en el logro de plantas, es decir, hay más plantas emergidas por metro cuadrado gracias a los promotores.
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05.09.2020 |Por Infocampo
02.09.2020
INFOCAMPO
A partir del próximo mes, en la gran mayoría de los campos agrícolas argentinos comenzará la siembra gruesa y el interés de los productores será elaborar planteos y estrategias para alcanzar los mejores rendimientos.
Pero ese interés no es necesariamente el mismo que el de la naturaleza: para los cultivos no es importante cuántos kilos por hectárea arrojan sus frutos sino solo dejar descendencia, independientemente de que sean mil o tres semillas.
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La cosecha de soja de segunda comenzó en los departamentos del sur santafesino con rindes promedio de entre 4 y 6 quintales obligando a muchos productores a dejar el lote sin cosechar.
Se hará hincapié en temas como semillas, picudo algodonero, destino de los fondos y distribución. Participarán Chaco, Santiago del Estero, Formosa, Corrientes, Salta, San Luis y Santa Fe.
Para Agustín Calderoni, Coordinador Técnico General de Stoller, en el algodón esta diferencia es aún mayor, ya que es un cultivo bianual. Es decir, que si no son modificadas con el accionar del hombre sus condiciones naturales, puede que pase más de un año sin arrojar frutos.
“Todas las acciones que toma un profesional influyen en el potencial de rendimiento y en la calidad del cultivo. En muchos casos, estamos yendo en contra de la naturaleza del algodón, ya que debemos generar formas y estructuras de crecimiento para cambiarle su forma de pensar, poder sembrarlo y cosecharlo en solo un año”, señala Calderoni.
Desde su punto de vista, este cultivo que se implanta en la zona de Chaco, Santiago del Estero, Salta y norte de Santa Fe es “muy técnico y fisiológico”, lo que implica que hay que ajustar el manejo agronómico y tecnológico al detalle para alcanzar la producción deseada.
En el caso del algodón, la principal clave es la producción de raíces y su diversificación, para que arroje al momento del desarrollo más ramas laterales que permitan multiplicar la cantidad de puntos de fructificación, y que no se “dispare” solo en altura.
“¿Qué tenemos que hacer cuando se encuentra en estado vegetativo? Optimizar los factores de rendimiento, que no es lo mismo que maximizarlos”, resume Calderoni.
El algodón define su rinde potencial durante sus primeros 40 días después de emergido y, por eso, es importante que desarrolle un vigor importante a partir del sistema radicular.
Como se siembra en el noreste argentino, con mucho calor a partir de la primavera, esas altas temperaturas aceleran muchos procesos y provocan que el funcionamiento hormonal de la planta pueda presentar algunos desequilibrios.
“A esto se suma que, a lo largo de su ciclo de desarrollo, es probable que deba enfrentar al menos dos aplicaciones de herbicidas que generan un costo metabólico: es energía que deja de mandar desde las hojas hacia la raíz, y eso puede provocar un crecimiento radicular que se hace profundo pero no se ramifica”, añade Calderoni.
Tomando estos datos como parámetro, su recomendación es la utilización de Stimulate, el bioestimulante de Stoller que es capaz de lograr esa germinación más vigorosa y más temprana.
“Cuanto menos días demore en nacer y emerger la plántula, tendrá más energía y ofrecerá un cultivo más parejo, con un sistema radicular vigoroso desde el momento uno del nacimiento”, confía Calderoni.
Los resultados, asegura, son óptimos: de acuerdo con 28 ensayos realizados por la compañía en la última campaña, con la aplicación de Stimulate en una dosis de medio litro cada 100 kilos de semillas, se alcanzó un incremento promedio del ocho por ciento en los rendimientos.
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ALGODÓNBIOESTIMULANTESTOLLER ARGENTINA
03.06.2020 |Por Infocampo
10.06.2020 |Por Adriana Sanchez
15.08.2020 |Por Infocampo